En el apartamento nos esperaba Carlos, debíamos darnos prisa pues a las 11 de la mañana nos echaban del apartamento. Los que faltaban se duchaban, preparé los tuppers de ensalada de pasta que cocimos Pablo y yo la noche anterior, terminamos de cerrar las maletas y hasta luego apartamento!!!
Odisea en el autobús. Después de que pasaran unos 5 autobuses y no parara ninguno para rescatarnos a nosotros y a los 100 kg de maletas, finalmente un conductor piadoso negrito y algo serio nos dejó subir al bus. Todo iba bien hasta que en las siguientes paradas se subía más y más gente, con silla de ruedas incluida y el conductor tuvo que empujarnos a todos hacia el fondo y desmontar una fila de asientos para poner la silla de ruedas una guerra de empujoncitos, pisotones, frenazos,….menos mal, que yo iba tan tranquila sentadita en mi asiento viéndolo todo, es por ello que soy capaz de contarlo.
Ya en el apartamento de los argentinos, es decir la oficina cuchitril donde nos dejaban dejar las maletas durante el día, aparcamos todos los maletoncios y nos dirigimos al restaurante-pizzería recomendado por la señorita argentina que nos decía: “pero chicos aprovechá que vos veni con el euro!!! Y nada ahí que nos dirigimos pensando que el precio sería económico, pero cuando llegamos y vemos la carta…..26 dólares la pizza!!!!! y los ejecutivos, catedráticos y viejitos ricos comiendo su lunch, mientras nosotros mochileros sin mucho presupuesto, pensamos…..no hemos desayunado, nos vamos de NY, …démonos un homenaje!!! Y ale ahí que entramos. El servicio estupendo, aunque para lo caro que era no muy fino el ambiente (manteles de papel). Pedimos pizzas y pasta, aunque Jose Antonio, un poco indeciso, cambia su “Cuatro Stagioni” por otro tipo de pasta. Comimos bien. La carta de postres era una bandeja con los postres reales!!! pero no nos convencieron. Pagamos y nos fuimos con algunos souvenirs de más (tenedores). Había que amortizar.
Museo de Ciencias Naturales. Cogimos el metro y entramos al museo que prometía. Fue interesante pero estábamos tan cansados que no lo vimos entero, eso sí nos pesamos en marte y en la luna, e hicimos experimentos físicos, …aprendimos mucho. (ver foto). Pero Sherpa no me dejó ir a la tienda. La verdad es que estaba currado, te mostraban todos los tipos de mamíferos de todos los continentes en maquetas super reales (ver fotos).
Como Pablo tenía que ir a cambiar las Converse, él se fue a su bola y nosotros a por los Ipods al la tienda B&H, pero oh sorpresa cerrado. Así que con la desilusión en el cuerpo y la temida lluvia predicha, corrimos hacía el metro y a por el coche alquilado!! En el mostrador una mamacubana muy maja que nos tramitó el papeleo. Ya teníamos nuestra furgoneta!!! Blanquita y espaciosa. De ahí a por las maletas a la oficina de los argentinos y a por Pablo que nos esperaba en el portal, aparcamos delante de la ofi, y subimos todos a por los bultos, cuando bajamos sorpresa!!!!!!!!!!!! MULTÓN DE APARCAMIENTO, qué ilusión nuestra primera multa en EEUU, perseguimos al policía borde que no nos hace ni caso…así que nos la comemos (65$). Cargamos el coche y nos vamos!!! (primero recogemos el GPS en otra oficina de rental y ya por fin tomamos camino hacia la siguiente parada: Syracuse. Tras poner gasolina, comer chuches, doritos, sufrir la lluvia y el sueño, dormir un poco y escuchar Melendi, llegamos al hotelito, aceptable y florido, gracias al GPS. LLegabamos con hambre así que a jalar!! Nos comimos casi 1 kg y medio de ensalada de pasta (pasta con tomate y pavo). El pavo provenía del sándwich gigante que nos llevamos a casa hacía dos días…no sabía mal, el pavo se conserva bien. Estaba buenísima.
A dormir hasta mañana, qué camas más cómodas….hemos quedado a las 7 para desayunar y salir hacia Niagara.
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